Fallece Adolfo Tristany, el padre de la detección de metales en España
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Llevaba unos meses delicado de salud y finalmente terminó por dejarnos el pasado 21 de septiembre. A los 88 años de edad, y tras una vida plena de dedicación, experiencias y conocimientos, Adolfo Tristany pasaba a mejor vida, dejándonos un montón de recuerdos, momentos agradables, conocimientos técnicos y humanidad. Su vocación de ayuda ha sido la máxima que ha caracterizado a este técnico, excelente padre y mejor marido.
Adolfo Tristany empezó su recorrido profesional como técnico comercial en la venta de repuestos para el sector de las canteras y graveras. Con el paso de los años y su gran inquietud técnica, observó la necesidad que había en las instalaciones de áridos de algún tipo de protección contra las piezas de metal que, entrando en los equipos de trituración, generaban grandes problemas de atascos y roturas.
A partir de ese momento, y gracias a sus amplios conocimientos técnicos, desarrolló en su propia casa una primera gama de detectores de metales, que lanzó al mercado en el año 1980 bajo el nombre de Drago Electrónica, una empresa que sigue siendo hoy en día puntera en el diseño y comercialización de imanes, detectores y overbands para todo tipo de sectores, y que actualmente se encuentra dirigida por Ana Tristany, hija del fundador.
Adolfo Tristany estudió comercio e ingeniería, y con gran esfuerzo, sacrificio y mucho trabajo, logró posicionar la marca Drago Electrónica en todo el mercado nacional y parte del extranjero. Sus diseños y desarrollos han sido siempre vanguardistas, lo que ha ocasionado tener una elevada cuota de mercado tanto en España y Europa como en Sudamérica y norte de África. Como consecuencia de esta avanzada tecnología, muchas empresas han intentado copiar sus modelos, con resultados bastante pésimos.
Las ventas en el exterior comenzaron en Francia y Portugal, llegando a ser un profesional muy apreciado en todos los mercados por sus conocimientos técnicos de maquinaria, de petrología y de servicio postventa, además de por su excepcional carisma, que le permitía contar con amigos allí donde iba. El trato con el cliente, sus necesidades y su proactividad a la hora de aconsejar y ayudar eran bien conocidas y reconocidas en el sector de los áridos y los minerales. En definitiva, Adolfo Tristany era un hombre con mucha personalidad y carácter, bondadoso, muy buen relaciones públicas y un gran conversador.
La calidad es otro de los aspectos que siempre han caracterizado a estos equipos Drago Electrónica. Es muy llamativo que a día de hoy llegue algún equipo a reparar con más de 20 años de antigüedad que jamás antes había pasado por el taller.
Descanse en paz, Adolfo Tristany, un excelente técnico que supo conjugar la profesionalidad con la seriedad y las relaciones humanas, dando otro punto de vista al sector de las explotaciones de áridos y minerales.
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