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04 Enero 2016

Prospección de Yacimientos de Auríferos en la Península Ibérica

Información de Fueyo Editores

Prospección AuriferosEl objetivo principal de este artículo es mostrar al lector la experiencia profesional de un geólogo, a lo largo de más de 28 años, en prospección minera, principalmente de oro, en la Península Ibérica.

Información de Fueyo Editores
Artículo de Lluís Boixet Martí, Geólogo Profesional. Country Manager de Edgewater en España y consultor independiente.

La primera parte del artículo se fundamenta en diversas referencias bibliográficas y describe desde un punto de vista geológico y minero los grandes tipos de yacimientos auríferos de la Península Ibérica.

En la segunda parte se describe la prospección minera realizada en alguno de los yacimientos descritos, mostrando diferentes estrategias empresariales que tienen lugar desde la decisión de iniciar la investigación de un yacimiento hasta llegar al estudio de viabilidad para la puesta en marcha de una explotación.

PARTE-1 PRINCIPALES YACIMIENTOS AURÍFEROS DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

La explotación de yacimientos de oro en la Península Ibérica tiene lugar desde la antigüedad, con algunas dataciones anteriores a la época romana, si bien este periodo ha sido uno de los más activos. En los tiempos modernos, la actividad minera en general ha sido fundamental para el desarrollo de todos los sectores de la sociedad y, dentro de la Península Ibérica, la actividad minera aurífera ha sido relevante en las últimas décadas. En este artículo se diferencian 4 grandes grupos de yacimientos auríferos en la Península Ibérica, simplificado de Castroviejo, R., (1998):

a. Yacimientos Variscos.

b. Yacimientos Miocenos (Complejo minero de Rodalquilar, campo volcánico del Cabo de Gata).

c. Yacimientos asociados a los “gossans” de sulfuros masivos de la Faja Pirítica.

d. Yacimientos aluviales y fluviales Terciarios (Las Médulas).

Los yacimientos variscos se describen con mayor detalle puesto que en ellos se fundamentará la segunda parte del artículo.

A. YACIMIENTOS VARISCOS

Este gran grupo de yacimientos se ubican principalmente en el NW y W de la Península Ibérica, dentro del orógeno varisco, en relación con grandes estructuras tectónicas que han permitido el ascenso de cuerpos ígneos intrusivos y/o de fluidos hidrotermales responsables de los diferentes tipos de mineralización aurífera. A pesar de la controversia para la clasificación de yacimientos auríferos en cinturones metamórficos descrita por Groves et al. (2003), en el presente artículo se diferencian 3 subgrupos, si bien, algunos de los yacimientos que han sufrido varias etapas de mineralización pueden incluirse en diferentes grupos a la vez. En este apartado se muestra cómo los yacimientos evolucionan desde filoniano mesotermal, en las zonas más internas del orógeno varisco, a epitermales en las zonas más externas.

a.1. Yacimientos mesotermales e tipo filoniano

Consisten básicamente en filones de cuarzo con arsenopirita, asociados a zonas de cizalla, encajados en rocas ígneas más o menos deformadas, en metasedimentos, gneises y migmatitas. Este tipo de mineralización tiene un fuerte control estructural que determina la distribución y geometría de los filones y las zonas de bonanza de la mineralización aurífera. Se desarrollan principalmente en las zonas más internas del cinturón Varisco, sobre todo en la Zona Centro-Ibérica, en la Zona de Galicia-Trás-Os-Montes y en la Zona Asturoccidental-Leonesa, según la división establecida por Farias et al. (1987). Boiron et al. (2003), proponen un modelo de deposición similar para todos los yacimientos de filones auríferos mesotermales del cinturón varisco europeo, basado en el ascenso de fluidos de origen profundo a través de importantes estructuras tectónicas y que se mezclan finalmente con otros fluidos de origen superficial durante las etapas tardías de levantamiento y exhumación de la cordillera varisca, provocando una disminución de la solubilidad del oro y, consecuentemente, su deposición. Dentro de este tipo de yacimientos se incluye el de Jales, en el norte de Portugal, que consiste en un sistema de filones sub-verticales de cuarzo con arsenopirita encajados en un granito peralumínico tardi-varisco y que fueron explotados desde la época romana y recientemente hasta principio de los años 1990, por minería subterránea, hasta una profundidad superior a los 600 metros. Los datos históricos obtenidos de la compañía estatal portuguesa EDM (Empresa de Desenvolvimento Mineiro) indican una producción aproximada de 1 Millón de onzas de Au con una ley media de unos 10 g Au/t. Los filones de cuarzo mineralizados también se encajan en los metasedimentos esquistosos circundantes (Gralheira). Otros yacimientos de características similares situados también en el norte de Portugal son los de Castromil y diversos indicios a lo largo del anticlinal de Valongo descritos geológicamente por Valance, J. et al. (2003), con importantes explotaciones romanas descritas por Matías, R. et al. (en prensa). También se conocen varios yacimientos filonianos, con labores mineras antiguas y recientes, en la zona de Penedono y, más al norte, cerca de Chaves, en la zona de Boticas. Todos estos yacimientos auríferos filonianos se ubican dentro de la Zona Centro-Ibérica en relación con importantes estructuras o zonas de cizalla y también con el emplazamiento de intrusivos. Dentro del mismo marco geológico, en la parte española, se encuentra el yacimiento de Pino, Zamora, descrito por González- Clavijo et al. (1994) que atribuyen la mineralización aurífera a las alteraciones producidas por la deformación asociada a la cizalla de Villalcampo, particularmente a las estructuras extensionales que en ella se desarrollan.

En Galicia se han definido varias estructuras auríferas importantes. La más occidental se conoce como la banda de cizalla de Malpica-Tuy, descrita por Castroviejo, R. (1990) y que alberga, entre otros, el yacimiento de Corcoesto, en el que la compañía canadiense Edgewater, ha publicado recientemente más de 1 millón de onzas de Au en recursos medidos e indicados explotables a cielo abierto hasta una profundidad de 250 m con una ley media de 1,3 g Au/t (ley de corte de 0,5 g Au/t). En este yacimiento se ha probado también la presencia de filones de alta ley (superior a 10 g Au/t) susceptibles de ser explotados por interior y puntualmente se ha obtenido una intersección de hasta 150 g Au/t sobre 1,10 m. En la Figura 2 se observa un conjunto de vetillas milimétricas de cuarzo con espaciado centimétrico entre ellas, que han sido descritas en la literatura anglosajona como sheeted vein system y que, en Corcoesto, da lugar a potentes zonas mineralizadas de hasta 60 metros, con leyes medias entre 1 y 3 g Au/t, encajadas en ortogneises.

El proyecto minero presentado por Edgewater tuvo una declaración de impacto ambiental favorable en 2012, pero el Gobierno de La Xunta denegó definitivamente el proyecto de explotación en 2014.

En Galicia también es conocido el lineamiento de Puentedeume en el que, según Porter, D. y Alvarez, B. (1992) se desarrolla un sistema de filones auríferos asociados a una banda de cizalla. Estos autores también describen el distrito filoniano de Carballino, como un sistema de filones de cuarzo con arsenopirita y pirita asociados al batolito de Carballiño.

En Orense y León, dentro de la Zona Asturoccidental Leonesa, se conocen abundantes indicios auríferos que fueron descritos por Tornos et al. (1997), como yacimientos filonianos encajados en areniscas y cuarcitas del Paleozoico Inferior con metamorfismo regional de bajo grado (esquistos verdes) y cuya geometría, mineralogía y alteración depende del nivel estructural en el momento de su formación, identificando en la zona de la Sierra del Caurel los sistemas estructurales más profundos, con características de régimen dúctil-frágil mientras que en las zonas de Prada-Andiñuela y San Lorenzo, situados en la Sierra del Teleno, la mineralización se desarrolla en niveles estructurales más someros de características frágiles. Gómez-Fernández et al. (2012), se refieren al distrito aurífero de Llamas de Cabrera, situado en la sierra del Teleno, con abundantes labores romanas y constituido por un sistema de filones de cuarzo con arsenopirita (As-Au) encajados en cuarcitas ordovícicas (“Cuarcita Armoricana”) originados en niveles relativamente profundos, entre 6 y 12 km de profundidad.

En el norte de Cáceres, dentro de la Zona Centro Ibérica, justo al norte de la cizalla de Badajoz-Córdoba que representa el límite con la Zona de Ossa Morena, se emplaza el yacimiento filoniano de La Codosera. Roberts, S. et al. (1991), describen la mineralización aurífera de La Codosera asociada a varios sistemas de filones de cuarzo con arsenopirita y pirita desarrollados sobre estructuras coherentes con el régimen transpresivo hercínico provocado por la cizalla levógira de Badajoz-Córdoba.

a.2. Yacimientos asociados a rocas ígneas (tardi-variscas)

Son aquellos yacimientos en los que los fluidos mineralizantes están asociados a rocas ígneas intrusivas. Este grupo de yacimientos se emplazan en las zonas intermedias y externas del Macizo Ibérico (Zona Asturoccidental Leonesa y Zona Cantábrica respectivamente). Dentro de este grupo se pueden diferenciar aquellos en los que la alteración y la mineralización de oro se desarrolla dentro del propio intrusivo (Salave, en la Zona Asturoccidental Leonesa), de aquellos en los que la mineralización se desarrolla en las rocas encajantes de origen calcáreo que, en contacto con los intrusivos son alteradas por los fluidos metasomáticos, originando rocas calcosilicatadas denominadas “skarns” que contienen la mineralización de Au. Casquet, C. y Tornos, F. (1991), describen los principales skarns de la Península Ibérica, entre los que destacamos por su relevancia minera reciente los yacimientos de Carlés y El Valle-Boinás, asociados al grupo de intrusivos de Salas-Belmonte formando el cinturón aurífero del Río Narcea, dentro de la Zona Cantábrica, descrito por Martin-Izard et al. (1998).

El yacimiento de Salave fue explotado por los romanos en la parte superficial meteorizada (oxidada). Harris, M. (1979), describe la mineralización de Salave asociada a una alteración intensa de la granodiorita encajante, fuertemente zonada, de tipo clorítico-sericítico en la parte más distal, propilítica con abundancia de carbonato en zonas intermedias y albítica en zonas más proximales, incrementando el contenido de arsenopirita diseminada y de oro en la alteración proximal, descrita con el término “Hongorock”. Rodríguez- Terente L.M. et al. (2000), diferencian un estadio inicial de piritaarsenopirita de grano fino de un segundo estadio más tardío con estibina y molibdenita.

La mineralización de oro de Salave se encuentra dentro de la red estructural de la arsenopirita acicular por lo que, para su recuperación metalúrgica es necesario la previa oxidación de la arsenopirita para proceder posteriormente a la lixiviación del oro con cianuro. Este yacimiento ha sido investigado por varias compañías mineras y recientemente, en 2014, la compañía Asturgold publicó unos recursos medidos e indicados de 944.000 onzas de Au con una ley media de 4,51 g Au/t, para una operación subterránea. El proyecto minero presentado por esta compañía ha sido rechazado a finales de 2014 debido a la declaración de impacto ambiental negativa.

Los yacimientos de Carlés y de El Valle-Boinás, fueron investigados a finales de los 80 por Charter Exploraciones, una filial de la compañía sudafricana Angloamerican Corporation. Posteriormente la compañía Río Narcea Gold Mines investigó ambos yacimientos desde 1991 iniciando su explotación a cielo abierto en el 1996 hasta el 2005. En 1998, la compañía Río Narcea Gold Mines publicó unas reservas geológicas de casi 2 Millones de onzas de Au (14,19 Mt a 4,3 g Au/t) para el yacimiento de El Valle y 0,5 M de onzas para el yacimiento de Carlés (5,26 Mt a 3,0 g Au/t). En el 2007 los derechos mineros fueron adquiridos por la compañía Kinbauri que; actualmente continúa con su explotación por medio de minería subterránea con más de 500 empleados trabajando en la operación.

La mineralización de Carlés consiste en un skarn cálcico de Cu-Au, en el que durante la frase progradante se forman los granates de tipo grosularia- andradita y posteriormente piroxeno (diópsido-hedenbergita) y, en la fase retrógrada, se forma anfíbol tipo horblenda que reemplaza parcialmente a los granates y a los piroxenos, precipitando también magnetita y, finalmente, los sulfuros, primero una fase de arsenopirita y posteriormente los sulfuros de cobre junto con el oro. Williams, J.M. (1989) describe la ganga calcosilicatada y Boixet, LL. (1993) aporta información sobre la geometría del intrusivo y del skarn, estableciendo una zonación, tanto de la fase calcosilicatada como de los sulfuros y los óxidos (magnetita).

Los materiales oscuros de la izquierda en la figura-4 corresponden al skarn mineralizado. Los materiales de la derecha son las calizas marmóreas no mineralizadas, buzando hacia el NE.

El yacimiento de El Valle-Boinás consiste en un skarn magnésico de Cu-Au asociado a la granodiorita de El Valle-Boinás, que ha sido afectado por la intrusión de unos diques porfídicos sub-volcánicos de alto ángulo, a los que, según Pevida L.R. et al. (1998) se les atribuye un segundo evento mineralizador epitermal de baja temperatura que, al intersectar a la mineralización tipo skarn de Cu-Au, da lugar a una mineralización aurífera de alta ley, oxidada, con jaspes hematíticos y abundante cobre nativo.

Spiering, E. et al. (1998) describen el cinturón aurífero de Navelgas y el de Oscos como un conjunto de estructuras sub-paralelas al cinturón aurífero de Río Narcea, de dirección NE, y que albergan abundantes indicios y labores mineras antiguas, entre los que se encuentran La Freita, Ibias Cerredo en el de Navelgas y el yacimiento de Salave y los indicios de Ouria, Pena Porto y Miudes entre otros en el de Oscos.

En la Zona Palentina, dentro de la Zona Cantábrica, se conoce el Skarn de Carracedo-Estalaya que, según Martin-Izard et al. (1986), se forma como consecuencia del emplazamiento de una cuarzodiorita en las calizas del Cantabriense Superior desarrollando unas rocas granatífero- anfibólicas y piroxeno-anfibólicas con una mineralización principal de magnetita, hematites, calcopirita y arsenopirita. Localmente se forma esfalerita, cobres grises, pirrotina, löellingita, oro y bismuto. Según un informe interno de Siemcalsa, en la zona de Carracedo-Estalaya existen diversos yacimientos que fueron explotados en varias etapas, entre 1864 y 1909 y entre 1942 y 1961 siendo las tres operaciones más importantes las de Tres Amigos y Consuelo en el sector de Carracedo y la de Mata Nevada en el sector de Estalaya, con galerías en diversos niveles hasta una profundidad de 100 m.

a.3. Yacimientos Epitermales encajados en rocas calcáreas del Namuriense- Westfaliense de la Zona Palentina (dentro de la Zona Cantábrica)

Paniagua A. (1998), describe un amplio espectro de yacimientos auríferos localizados en la Zona Palentina, dentro de Zona Cantábrica, asociados a grandes estructuras tectónicas entre las que destaca la Falla de León, por las que ascendieron cuerpos ígneos de afinidad mantélica a lo largo de episodios transpresivos y transtensivos tardi-variscos generando varios sistemas de hidrotermalismo que dieron lugar hasta 8 tipos de yacimientos según el modelo genético y descriptivo, diferenciando los de origen más profundo de tipo skarn (Carracedo-Estalaya mencionados en el grupo anterior) de los epitermales de baja temperatura, entre los que se encuentran el yacimiento de Salamón y el de Pedrosa del Rey en la provincia de León, ambos encajados en formaciones calcáreas del Carbonífero Medio. Crespo et al. (2000), describen dos fases hipogénicas de mineralización del yacimiento de Salamón. La primera consiste en sulfuros diseminados, principalmente pirita, pirita arsenical y arsenopirita, de grano muy fino (de unas 10 micras) en una matriz jasperoide y dolomita. La segunda fase hipogénica, presenta mayor variedad mineralógica y consiste principalmente en pirita, calcopirita, esfalerita y tennantita con galena, cinabrio rejalgar y estibina como minerales accesorios. La mineralización de oro se produce en la primera fase asociado al crecimiento de pirita arsenical sobre una pirita diagenética previa de grano muy fino. Las características de esta mineralización permiten concluir a estos autores que se trata de un yacimiento tipo Carlin. Este yacimiento fue investigado desde el punto de vista minero por BP España y posteriormente, por SIEMCALSA en los años noventa, estimando unos recursos aproximados de 110.000 onzas de oro (443.000 t a 7,86 g Au/t).

Prospección AuriferosDentro de la Zona de Ossa Morena, particularmente en el Anticlinorio de Olivenza-Monesterio, Tornos et al. (2005) describen importantes yacimientos de óxidos de hierro, que pueden contener cobre y oro, asociados a una alteración alcalino-cálcica similar a la que se encuentra en los yacimientos de tipo IOCG (Iron Oxide Copper Gold).

En el zócalo varisco de la cordillera Pirenaica también se conocen diversas labores mineras auríferas actualmente inactivas que han sido objeto de prospección y estudios en tiempos relativamente recientes. Particularmente, en el distrito de Vall de Ribes, se encuentran diversos indicios que fueron descritos por Ayora, C. et al. (1992) como filones principalmente de cuarzo y, en algunos casos, con siderita y ankerita, con diseminación de arsenopirita y pirita, encajados en esquistos y dolomías del Cambro-Ordovícico. La mineralización dentro de las dolomías se puede producir por reemplazamiento.

B. YACIMIENTOS MIOCENOS (COMPLEJO MINERO DE RODALQUILAR, CAMPO VOLCÁNICO DEL CABO DE GATA, CORDILLERA BÉTICA)

Este tipo de yacimientos se localizan en el campo volcánico Mioceno del Cabo de Gata, dentro del cinturón volcánico de Almería-Cartagena, (Cordillera Bética), dando lugar al Complejo Minero de Rodalquilar. Arribas A. Jr. et al. (1995), lo describen como el primer ejemplo documentado en Europa de yacimiento epitermal de oro asociado a una caldera volcánica cuyas alteraciones hidrotermales son semejantes a las del distrito de Goldfield, Nevada. Estos autores indican que la alteración hidrotermal de Rodalquilar se ha reconocido por medio de sondeos hasta profundidades de 900 metros y evoluciona gradualmente en profundidad, desde una alteración silícea somera, a argílica avanzada, a argílica intermedia y a zonas sericíticas en la parte profunda con una alteración propilítica distal envolviendo a las anteriores. La mineralización de Au- (Cu-Te-Sn) está asociada al hidrotermalismo generado por sistemas magmáticos someros, con presencia de alunita dentro de las zonas de alteración argílica avanzada, característica de los yacimientos epitermales de alta sulfuración. Concretamente, la mineralización económica de oro se asocia a las zonas de alteración silícea (masiva y vacuolar) que se extiende hasta una profundidad aproximada de 100 m, controladas por fracturas que en algunos casos dan lugar a un reemplazamiento generalizado de sílice vacuolar debido a la alta densidad de fracturación, con leyes de oro de hasta 5 g Au/t.

Según Arribas A. (1992), la actividad minera en la región del Cabo de Gata se inició a principios del siglo IX para el beneficio de filones epitermales de Pb-Zn-Ag situados cerca de la población de San José y el oro se descubrió y explotó en esa zona alrededor de 1880 y poco después en Rodalquilar, situado a unos 10 km al noreste de San José. La explotación de oro asociada a brechas hidrotermales de alta ley continuó de forma intermitente hasta 1966. A finales de los ochenta, varias compañías mineras investigaron el yacimiento e iniciaron un proyecto minero para procesar unas 750.000 t con una ley media de 2,3 g Au/t. Arribas A. Jr. et al. (1995), estiman la producción histórica del campo minero de Rodalquilar en unas 10 toneladas de oro, lo que equivale a unas 320.000 onzas de Au.

C. YACIMIENTOS ASOCIADOS A LOS “GOSSANS” DE SULFUROS MASIVOS DE LA FAJA PIRÍTICA IBÉRICA

Los grandes yacimientos de sulfuros masivos de la faja Pirítica Ibérica albergan concentraciones variables de metales preciosos (oro y plata). La acción de las aguas meteóricas sobre los cuerpos de sulfuros masivos da lugar a las “monteras limoníticas”, o zonas de oxidación llamadas “gossan”, en las que se produce la liberación del oro asociado a los sulfuros debido a la oxidación de los mismos y a la posterior precipitación en un zona de enriquecimiento por lo que el oro resulta fácilmente recuperable por lixiviación con cianuro. Velasco F., et al. (2013), describen la geometría, zonación y los procesos que generan los gossans de la Faja Pirítica Ibérica. Arribas, A. (1998), describe los gossans de la Faja Pirítica Ibérica, principalmente el de Cerro Colorado y pone de manifiesto la relevancia que supone la extracción de oro de dichos gossans dentro de la minería española, estimando una producción total de unas 3,5 millones de onzas Au entre los años 1969 y 1998. También establece la composición media de los metales que componen el gossan de Cerro Colorado en 79% de óxidos e hidróxidos de Fe, 1-2% de Pb, trazas de Cu y Zn, entre 1,8 y 2,5 g Au/t y 35-45 g Ag/t.

D. YACIMIENTOS ALUVIALES Y FLUVIALES TERCIARIOS (LAS MÉDULAS)

El último tipo de yacimientos considerados en este artículo son conocidos también como “placer” o “paleo-placer” y se forman por la acción hidráulica, tras la erosión del oro primario, su transporte y deposición final por efecto de la gravedad, típicamente en aluviones o depósitos fluviales que se encuentran en zonas próximas a los yacimientos primarios descritos en los apartados anteriores.

Cabe resaltar el yacimiento de Las Médulas de Carucedo, en la provincia de León, descrito por Pérez García L.C. y Sanchez Palencia F.J., (1992), como depósitos rojos de conglomerados de gravas y bloques con lechos de arenas de edad Mioceno medio-superior que se han interpretado como sedimentos de fácies proximal de abanicos aluviales formados en un clima cálido-húmedo al principio, evolucionando hacia un clima más árido con el paso del tiempo. Estos materiales contienen ciertas cantidades de oro, más importantes en las zonas próximas al “bed rock”, alcanzando valores máximos de hasta 300 mg/m3. Este yacimiento fue explotado por los romanos para beneficio del oro mediante sistemas de minería hidráulica realizando un movimiento total de tierras superior a los 200 millones de metros cúbicos según estos autores.

PARTE-2 PROSPECCIÓN MINERA DE YACIMIENTOS AURÍFEROS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

La prospección y explotación de yacimientos de oro en la Península Ibérica fue muy importante durante el imperio romano y, de hecho, la mayoría de compañías mineras que en las últimas décadas han realizado prospecciones para oro han seguido los pasos de nuestros antecesores para establecer zonas prioritarias para la prospección de dicho metal.

El objetivo principal de estas compañías es encontrar un yacimiento económicamente viable con el mínimo coste posible. A continuación se describe brevemente el tipo de compañías que realizan prospecciones auríferas y sus estrategias financieras y de prospección hasta la fase de estudio de viabilidad.

A. ¿QUÉ EMPRESAS REALIZAN INVESTIGACIONES AURÍFERAS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA?

Muchas de compañías que deciden iniciar prospecciones para oro en la Península Ibérica, son compañías extranjeras, en su mayor parte “junior canadienses” que cotizan en la bolsa de Toronto, lo que les permite el acceso al capital necesario para acometer las prospecciones en función de los resultados que se van obteniendo. Idealmente, estas compañías pueden asociarse con un socio local que conozca no sólo los aspectos geológicos sino que también toda la idiosincrasia interna del país. En España, el problema para este tipo de asociaciones es la falta de tradición en minería metálica por parte de empresas locales de forma que los acuerdos son difíciles.

Un estudio reciente realizado por Espí J.A. et al. 2015, analiza la situación actual de la minería española, documentando con gran detalle todos los proyectos y compañías mineras que están desarrollando actividades mineras en España, diferenciando aquellas que están en fase de producción (Orvana, empresa canadiense que acomete la explotación de las minas de El Valle- Boinás y Carlés, en Asturias), de aquellas que están con proyectos muy avanzados en fase de obtención de permisos para su explotación (Astur Gold, compañía canadiense que pretende explotar el yacimiento de Salave, en Asturias y Edgewater, compañía canadiense que pretende explotar el yacimiento de Corcoesto en Galicia). Finalmente describen todos los proyectos que están en fase de investigación: Monte Piñor, Galicia, investigado por la compañía canadiense Edgewater; La Codosera, en Badajoz, investigado por el “Joint Venture” Astur Gold y la compañía australiana Silver Swan; Lomero Poyatos, en la faja pirítica de Huelva, actualmente investigado por la compañía australiana Kimberley Diamonds; Pino de Oro, en Zamora, investigado por el consorcio constituido por la compañía inglesa Aurum Mining y por la compañía irlandesa Ormonde; el proyecto de Tomiño-Pinzás, al sur de Galicia, investigado por la compañía canadiense Medgold; Las Morras, en Badajoz investigado por la canadiense Emerita y por último el proyecto de Alconchel, en Badajoz, que actualmente es investigado por la compañía española Valoriza Minería, del grupo Sacyr, por medio de un acuerdo con la canadiense Lundin, propietaria de los derechos mineros.

En el pasado, a lo largo de las décadas de los 70 y 80, el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) realizó importantes investigaciones para oro en España, cuya información se encuentra oficialmente disponible en su centro de documentación y que ha sido de gran utilidad para las compañías mineras que han investigado dichas zonas con posterioridad.

Sin duda, una de las compañías mineras referentes por su actividad minera en la Península Ibérica ha sido la compañía canadiense (con importantes socios españoles), Río Narcea Gold Mines (RNGM), que en los años 90 inició la explotación a cielo abierto de los yacimientos auríferos de El Valle-Boinas y de Carlés tras varios años de intensas investigaciones geológicas. Posteriormente, la compañía RNGM realizó grandes esfuerzos en la investigación de otros cinturones paralelos al de Río Narcea, y también en Galicia y en el norte de Portugal. Después expandió las prospecciones a la zona de Ossa Morena, en Extremadura, tras la adquisición del yacimiento de Níquel de Aguablanca, en Badajoz y finalmente, RNGM adquirió el yacimiento de Tassiast, en Mauritania. En el año 2007, la compañía RNGM fue adquirida por la canadiense Lundin Mining por unos 800 millones de dólares americanos lo que supuso, para aquellos inversores que compraron acciones de RNGM en el momento oportuno, un beneficio de casi el 900%.

B. ESTRATEGIAS DE FINANCIACIÓN PARA LA PROSPECCIÓN

La estrategia de financiación para la prospección depende del tipo de compañía. En general se pueden diferenciar aquellas compañías que tienen operaciones en producción y que generan recursos propios de las que no tienen minas (compañías Junior) y que se financian por medio de la bolsa:

b.1. Compañías mineras en producción

En general, las compañías que tienen minas en producción disponen de recursos económicos propios y deben de incrementar sus reservas mineras para crecer, puesto que desde el inicio de la explotación, sus activos disminuyen progresivamente con la consiguiente pérdida de valor de la compañía en la bolsa. Para ello deben invertir en exploración o bien en adquisiciones de otros proyectos, inversiones que, por otra parte, suelen tener beneficios fiscales. Por lo general, estas compañías tienden a disminuir los riesgos intrínsecos a la exploración geológica y limitan la investigación a las zonas próximas a sus minas o bien invierten en adquisiciones de proyectos muy avanzados o ya en producción.

b.2. Compañías Junior

Las compañías Junior son aquellas que no tienen minas en producción y por lo tanto sus recursos económicos provienen de los inversores. Estas empresas suelen cotizar en mercados especializados en minería, como es la Bolsa de Toronto (TSX) en Canadá, ya que estos mercados tienen una regulación muy estricta y severa que, por otro lado, ofrece unas garantías importantes al inversor. La financiación de la prospección de proyectos se hace por medio de simples ampliaciones de capital, que suelen realizarse cuando la compañía ha anunciado buenos resultados y las acciones tienen un valor alto, lo que permite la incorporación de capital nuevo con una dilución mínima o bien, en el caso de que el mercado se encuentre en una situación de apatía general, la financiación se realiza por medio de acuerdos (joint venture) con otras compañías que dispongan de capital y que adquieren el compromiso de una inversión determinada en el proyecto, a lo largo de un período de tiempo determinado, a cambio de un porcentaje del proyecto.

C. ESTRATEGIAS Y DESARROLLO DE LA PROSPECCIÓN

c.1. Due diligence

Las compañías que realizan prospecciones mineras, suelen empezar con unos recursos económicos limitados y éstos deben de ser gestionados de la mejor manera posible para garantizar una inversión segura. Por este motivo, las compañías que se plantean invertir en un proyecto, el paso previo a la inversión es una due diligence que consiste en una auditoría del proyecto o permiso de investigación, para evaluar los aspectos geológico-mineros, el marco jurídico, administrativo, urbanístico y los aspectos medioambientales que puedan afectar a una posible explotación minera, que es el objetivo último de la inversión. También, antes de tomar una decisión, los directivos de la empresa procuran entrevistarse y mantener una relación fluida con autoridades relevantes de las administraciones competentes, para verificar el compromiso de los gobiernos locales y regionales, siempre que se cumplan con todos los aspectos legales y medioambientales acorde con las leyes vigentes. En esta fase, es conveniente que la compañía adquiera ante las autoridades un compromiso de responsabilidad social corporativa para beneficio de los habitantes de la zona.

Dentro de la Península Ibérica, desde el punto de vista geológico, la zona seleccionada debería de tener un contexto favorable, con estructuras regionales importantes a lo largo de las cuales se conozcan indicios y labores mineras antiguas, no necesariamente para oro. En muchos casos, las explotaciones antiguas eran para beneficio de hierro de aquellas partes oxidadas de yacimientos auríferos asociados a sulfuros. Las compañías mineras que deciden investigar proyectos para oro en la Península Ibérica, es fundamental conocer todos los aspectos geológicos y mineros descritos en la primera parte de este artículo, ya que permiten transmitir a sus inversores qué tipo de yacimiento se pretende descubrir y sus características. Para un inversor, un yacimiento que contenga 1 millón de onzas de oro puede resultar un proyecto muy atractivo y, en la Península Ibérica, se han descrito varios yacimientos con estas características.

Las compañías mineras junior, suelen estar dirigidas por geólogos experimentados capaces de evaluar el potencial minero de una zona dentro de un contexto geológico regional, estableciendo un modelo de yacimiento comparable con otros yacimientos del mundo en contextos geológicos similares por lo que, la decisión de entrar en un proyecto, puede generar importantes beneficios para el inversor. La parte jurídica, urbanística, administrativa y medioambiental se suele realizar por parte de una compañía local a quien se le encarga esta parte de la due diligence.

c.2. Base de datos GIS. Plan de Investigación. Prospección estratégica y táctica

Toda la información geológica, geográfica, minera, medioambiental, urbanística… obtenida a lo largo de la due diligence, se debe almacenar en una base de datos georreferenciada tipo GIS a la que se le va a incorporar la información adicional que se obtenga en las siguientes fases.

La prospección de una zona se debe de estructurar según un plan de investigación que la ley de minas española establece por 3 años para un permiso de investigación, si bien, la Administración puede otorgar prórrogas en el caso de que los resultados obtenidos no sean suficientes para definir un recurso explotable. La prospección estratégica es la que se realiza inicialmente a nivel regional sobre una zona grande con potencial minero, justificado normalmente por la presencia de labores mineras antiguas, en las que se pretende localizar objetivos concretos para su posterior reconocimiento y evaluación. Las técnicas empleadas en esta fase inicial, tienden a cubrir un área extensa y suelen requerir un alto grado de especialización, como la geofísica (aerotransportada) y la teledetección por medio de imágenes de satélite. Normalmente las compañías mineras encargan estos estudios a otras compañías especializadas en la materia. También se puede realizar una campaña regional de geoquímica de arroyos o de suelos. Para la geoquímica de suelos a escala regional, la malla debe de ser espaciada, con líneas separadas a unos 500 m y muestras cada 50 o 100 m y las líneas se planifican perpendicularmente a la estructura regional que alberga la posible mineralización. Para que un yacimiento sea económicamente viable, debe tener unas dimensiones mínimas y, de hecho, cualquiera de los yacimientos auríferos descritos en la Península Ibérica que contenga 1 millón de onzas sería detectado con una malla de 500 x 100, siempre que la mineralización aflore. En el caso de la mina de El Valle-Boinás, no era así puesto que gran parte de la mineralización aurífera estaba recubierta por materiales terciarios. Las muestras de geoquímica de suelos deben de ser analizadas no solo para oro sino también para multi-elementos ya que en estas fases iniciales no se conoce suficientemente la paragénesis mineral asociada al oro.

Prospección AuriferosUna vez obtenidos los datos y los planos de la primera fase estratégica, estos se van a incorporar en la base de datos GIS y, posteriormente, el geólogo debe de realizar un reconocimiento y muestreo de afloramientos sobre aquellas anomalías detectadas en la fase estratégica. Si el reconocimiento se hace sobre labores antiguas, es conveniente realizar muestreo de escombreras y de la mineralización in situ por medio de muestras de canal que permitan establecer potencias y leyes de la mineralización. En esta fase inicial, es conveniente que todas las muestras se analicen para multi-elementos.

Si después de esta fase no aparece ninguna anomalía, la compañía debe iniciar la prospección en otras áreas. La probabilidad de encontrar un yacimiento no se incrementa tanto en función de la inversión realizada en un mismo proyecto sino en función del número de proyectos investigados.

Si por el contrario se ha encontrado uno o varios indicios con valores interesantes, se debe de iniciar la prospección táctica, reduciendo de esta forma el área de prospección. En primer lugar, se puede cerrar la malla de geoquímica de suelos con líneas cada 100 m y muestras cada 25 m con el objetivo de localizar con mayor precisión las anomalías y posibles estructuras mineralizadas. Para el cierre de malla cabe la posibilidad de tener que modificar la dirección de la malla inicial, ya que puede ocurrir que, si bien las mineralizaciones se emplazan a lo largo de una estructura regional de primer orden, en detalle, la mineralización puede estar controlada por estructuras menores de segundo orden con dirección diferente a la regional.

Por otra parte, se debe de realizar una cartografía geológica de detalle, en base a los afloramientos y también por medio de calicatas, las cuales se diseñarán sobre las anomalías de geoquímica de suelos, a modo de sondeos horizontales y serán muestreadas de forma continua con muestras de canal. Desde el punto de vista geoestadístico, es importante que las muestras de canal sean equivalentes en peso a las muestras de sondeos, generalmente de diámetro HQ, para poder ser utilizadas posteriormente en el cálculo de recursos.

Una cartografía de detalle con un modelo estructural coherente son piezas clave para el éxito de la investigación. La descripción y muestreo de las calicatas es importante para determinar las características de la mineralización así como su continuidad lateral. Es recomendable también conocer la mineralogía en detalle, por lo que se realizarán estudios petrográficos, normalmente encargados a especialistas científicos de universidades.

Todas las muestras susceptibles de ser utilizadas para el cálculo de recursos deben de tener un control de calidad interno, de forma que los envíos que se manden al laboratorio contengan por lo menos un 5% de “blancos” (muestras de material estéril), un 5% de “duplicados” (réplicas de muestras contenidas en el envío) y un 5% de “standards” (muestras que contienen un valor de oro conocido). Los inversores y analistas que visitan el proyecto para invertir, se aseguran de que la compañía haya realizado los protocolos habituales de control de calidad de preparación y análisis de las muestras.

En esta fase de la investigación es conveniente realizar un estudio geoestadístico que permita establecer el protocolo de preparación de muestras (peso inicial de la muestra, diámetro del testigo, machaqueo, cuarteo, molienda y tipo de análisis).

El siguiente paso es verificar la presencia de mineralización en profundidad para lo cual se diseñará una campaña de sondeos somera para intersectar aquellos objetivos prioritarios que hayan surgido a partir de las calicatas. En esta fase inicial de sondeos no conviene arriesgar ya que para la compañía va a ser crucial para poder anunciar buenos resultados en la bolsa y poder financiar las siguientes fases de la investigación.

La siguiente fase de sondeos se diseñará pensando siempre en objetivos prioritarios que permitan obtener las mejores intersecciones. Para ello es muy útil preparar una sección longitudinal en la que se proyecte el punto en el que cada sondeo realizado haya intersectado el cuerpo mineralizado y a cada punto se le asigna el factor potencia x ley correspondiente al sondeo. En la Figura 7 se aprecia cómo una sección longitudinal permite visualizar las mejores zonas del cuerpo mineralizado y por consiguiente los objetivos para nuevos sondeos.

c.3. Estudio Económico Preliminar (PEA, Preliminary Economic Assessment)

En el momento en que ya se ha definido uno o varios cuerpos mineralizados y, antes de acometer más campañas de sondeos, es necesario conocer la viabilidad de una posible explotación minera. Para ello, será necesario completar una serie de estudios que finalmente permiten realizar una valoración económica preliminar del yacimiento.

Es el momento de realizar una primera estimación de recursos preliminar y determinar las toneladas y la ley media del yacimiento. Evidentemente, el grado de confianza de la estimación será bajo debido a que el número de muestras disponibles es relativamente bajo, por lo que la mayor parte de los recursos serán “inferidos” o de baja fiabilidad. En el caso de ser una “junior canadiense” el estudio deberá ser realizado por un técnico competente o Qualified Person externo a la compañía siguiendo la normativa canadiense especificada en el código NI 43-101 y que permite su publicación en la bolsa para los inversores. Este estudio incluye una sección de geoestadística que determinará la malla de sondeos necesaria para que los recursos finales sean de la categoría “medidos e indicados”, lo que indica una fiabilidad suficiente para acometer una explotación.

En base a los recursos estimados se determinará el tipo de minería (cielo abierto o interior), se diseñará una corta preliminar que determinará el ratio estéril/mineral con el objetivo de determinar los costes mineros de arrancar y transportar el mineral a la planta de tratamiento y consecuentemente se establecerá una producción anual óptima.

Es el momento también de realizar un estudio metalúrgico preliminar para determinar el proceso de extracción de oro, los costes de construcción de una planta, costes del proceso y la recuperación final de oro.

Finalmente se completará el Estudio Económico Preliminar que será publicado según la normativa especificada en el NI 43-101 y, en caso de ser positivo, la compañía seguirá adelante con las siguientes fases.

Una vez completado el PEA, se debe de avanzar paralelamente, acorde con la regulación minera local, con la tramitación de un Proyecto de Explotación, el Estudio de Impacto Ambiental y el Plan de Restauración para la obtención de los permisos. Lo primero que se debe obtener es una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable y a continuación la aprobación del Proyecto de Explotación. El anuncio en bolsa de la obtención de estos permisos es clave para los inversores ya que, hoy en día, uno de los riesgos más importantes para abrir una mina de oro, sobre todo en los países del sur de Europa, es la obtención de los permisos.

c.4. Estudio de Viabilidad Bancable

El estudio de viabilidad bancable integra un conjunto de estudios multidisciplinares de gran detalle que son requeridos por los bancos que van a financiar el proyecto minero. Este estudio tiene que ser realizado por una compañía externa experimentada. Para completar el estudio de viabilidad bancable sólo se permite utilizar los recursos de la categoría “medidos e indicados” por lo que, desde el punto de vista geológico, la investigación del yacimiento en esta fase se focalizará en una campaña de sondeos de relleno, acorde con la malla establecida geoestadísticamente en el estudio económico preliminar, sondeando sólo aquellas zonas que estén incluidas dentro de la corta preliminar económica, con el objetivo de pasar todos los recursos a la categoría de “medidos e indicados”, requeridos para el estudio de viabilidad bancable.

En este artículo se han resumido las fases de prospección geológica previas a la explotación de un yacimiento aurífero. Hay quien dice que para tener éxito en todo este proceso es mejor ser un geólogo con suerte que un buen geólogo. A mi modo de ver, la suerte es fruto del buen trabajo de todo un equipo, no sólo de geólogos sino que incluye a todas las personas que de cualquier forma participan en la prospección. Aún así, el éxito no está asegurado.

AGRADECIMIENTOS

Agradezco al Dr. Fernando Tornos su colaboración y supervisión del presente artículo.

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