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04 May 2021

Una visión del sector minero actual

Información de Fueyo Editores

Según la Confederación Nacional de Empresarios de la Minería y de la Metalurgia (Confedem) a partir de las informaciones recopiladas por el centro de documentación del Instituto Geológico y Minero de España, nuestro país alberga una riqueza minera solo superada en Europa por Suecia y Finlandia. Esa riqueza minera no tiene ningún valor si no se explota. La paralización de las explotaciones se debe fundamentalmente a dos factores: el inmovilismo de las administraciones y las presiones de los grupos ambientalistas.

Alejandro Alcalde Giménez, Francisco Ibáñez Martín, Jossep Seréntill.

Uno de los objetivos de este estudio es evaluar la importancia de disponer de los avales de las empresas mineras que no han restituido la zona en la que han intervenido con el fin de utilizarlos para impulsar la actividad minera en España. Paralelamente, el nuevo horizonte de la minería española es inconcebible sin el cuidado del medio ambiente, que está poniendo de relieve cuáles son los límites del ejercicio de la actividad económica en general y de la actividad minera en particular. Para este objetivo se debe contar ineludiblemente con las “nuevas herramientas” tecnológicas, perfectamente compatibles, y a su vez necesarias, con el cuidado del medio ambiente.

A todo ello y de manera pormenorizada nos referiremos en el presente estudio, enfocado sobre el escenario que preludia la crisis postcovid. El sector minero español ha remitido un documento al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico con el fin de contribuir al desarrollo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021- 2030. En el citado documento se identifican 13 minerales esenciales para la transición energética: aluminio, cobalto, cobre, estaño, grafito, litio, manganeso, níquel, oro, plata, tierras raras, vanadio y wolframio. Según los datos adjuntados en el informe del sector minero, las reservas y el potencial minero de cobre y wolframio sitúan a España en una posición preeminente a escala mundial. Del primero, necesario para la fabricación de vehículos o el desarrollo de la energía eólica, hay unos recursos de 2,3 millones de toneladas y unas reservas (mineral de probada existencia que se puede extraer) de 1,5 millones. Su producción actual es de 204.000 toneladas anuales, suficiente, según Confedem, para cubrir las necesidades de 777.144 toneladas que contempla el PNIEC.

En el caso del wolframio, usado también en la eólica, las reservas alcanzan los 2,2 millones de toneladas, los recursos los 5 millones y la producción las 564 toneladas anuales para unas necesidades de algo más de 1.500 toneladas en el periodo que dura el PNIEC. El conocimiento de los depósitos de recursos minerales es otro de los factores que determinarán el empuje de la minería española en los próximos años.

Esta circunstancia, y en general la actualización de los recursos mineros, carecería de un sentido práctico certero y cabal si no fuera acompañada de la implementación de nuevas técnicas y de un conocimiento pormenorizado de los mercados. En resumen, la operatividad de los recursos solo será considerada tal si se ponen al día y, consecuentemente, las empresas demuestran estar a la altura de los desafíos del mercado. Aún con ello, y en concreto en el apartado de la eventual utilización de los avales de las empresas mineras, poco se podrá avanzar sin el impulso de las distintas administraciones.

Hasta ahora se ha detectado y comprobado de manera fehaciente, cómo el Gobierno Central y las administraciones autonómicas han sucumbido a las presiones externas, principalmente de las organizaciones ambientalistas, que han llevado a cabo sus actividades con desigual criterio e incidencia. Confedem pone el ejemplo del proyecto de apertura de una mina de tierras raras cerca de Torre de Juan Abad, Ciudad Real. Los 17 elementos químicos metálicos agrupados bajo el nombre de tierras raras son imprescindibles para la fabricación de ordenadores, televisiones, turbinas de generadores eólicos, baterías de coches híbridos, etc. En la actualidad son extraídos casi en exclusiva por China, cuando la compañía Quantum Minería tiene identificado en el yacimiento de Torre de Juan Abad un yacimiento que podría ser la segunda mina de Europa de este tipo. Una mina sencilla de explotar pero paralizada por las presiones medioambientales. Según el presidente de Confedem, la restauración del terreno estaría garantizada y apenas se perdería un 5% de la superficie removida. Llegados a este punto es inexcusable recordar que en todos los proyectos mineros se exige que se rehabilite la zona. Y para garantizar que se hace, el Estado obliga a depositar un aval que ejecuta en caso de que la empresa no haga estos trabajos.

Un segundo caso resulta estremecedoramente ilustrativo sobre los problemas (y paralelamente la viabilidad y el enorme potencial) del sector minero español. El proyecto Valdeflores, en Extremadura, se encuentra paralizado por “problemas políticos”. Se trata de un yacimiento con alto potencial en litio situado en la Faja Pirítica Ibérica. La minera australiana Infinity Lithium es la propietaria del 75% del proyecto (el otro 25% pertenece a Valoriza Minería, del grupo Sacyr). Hablamos del litio, un metal del que, según Confedem, España podría autoabastecerse, dado que hay unos recursos, de 1,3 millones de toneladas de este mineral y unas reservas de 350.000, aunque ahora mismo no se produce nada. La importancia de esta explotación se revela en las proyecciones del PNIEC: son necesarias 127.500 toneladas en los próximos nueve años. La situación presente de la minería española demuestra la alta dependencia del sector exterior.

De ahí la necesidad del compromiso y la actitud decidida del Gobierno de España en primer lugar para elaborar un verdadero plan estratégico para la minería basado en la creación de riqueza y empleo.

A este respecto, analizaremos de manera especial en este estudio las políticas y el papel que está desempeñando la Unión Europea como motor de un cambio que permita a los países miembros impulsar sus proyectos mineros con el fin de que el universo tecnológico y la transición energética del continente deje de depender de terceros países.

LA MINERÍA EN LA MODERNIZACIÓN DE LA ECONOMÍA DE LA UE

El desarrollo de la minería en el ámbito de la Unión Europea constituye uno de los objetivos prioritarios del Plan de acción sobre materias primas fundamentales, que deberá estar operativo, como tarde, en el año 2025. Hasta entonces, los organismos de la Unión y los Estados miembros deberán acelerar sus programas de actuación y la puesta al día de las normas del sector. La Comisión Europea presentó el citado Plan el pasado mes de septiembre sustentado en la idea de que, para que Europa lidere la transición económica y digital, son imprescindibles ciertas materias primas.

La Unión Europea no puede permitirse depender de terceros países a los que compra entre el 75% y el 100% de la mayoría de los metales y materias primas fundamentales que requiere su actividad económica y, en especial, muchos de los minerales empleados en los sectores de las nuevas tecnologías y de las energías renovables. Según datos de la Comisión Europea, el 98% de las tierras raras que importa la UE proviene de China, el 98% del borato procede de Turquía, y Sudáfrica suministra el 71% del platino y un porcentaje aún mayor de iridio, rodio y rutenio, metales del grupo del platino. El proceso de transformación y modernización de su economía que pretende la Unión Europea solo puede llevarse a cabo con la colaboración del sector minero. La contundencia de esta afirmación se sostiene en el hecho incontrovertible de que muchos ecosistemas industriales de importancia estratégica de la Unión Europea dependerán de que se garantice de forma sostenible (de que se suministren de manera fiable) las materias primas que necesita para ampliar el uso de tecnologías limpias y digitales.

No es necesario adentrarse en el futuro sino que, con solo analizar con rigor el presente, observaremos un histórico cambio tecnológico y la implantación de un nuevo modelo energético. Ambas circunstancias pesan sobremanera en el análisis de las autoridades comunitarias cuando mencionan la trascendencia de la correcta definición del marco legal, financiero y operativo en el que la minería deba desenvolverse en los próximos años. Este es el gran desafío. Porque de la correcta definición de ese triple marco dependerán una eficaz elaboración de las políticas públicas y unas decisiones empresariales exitosas en el sector industrial de la Unión.

APROVECHAMIENTO ÓPTIMO DE LOS RECURSOS MINEROS

Si no óptimo, sí mejor. Mejor que hasta ahora por lo menos. Con el objeto de aprovechar mejor los recursos interiores, la Comisión Europea trabajará junto con los Estados miembros y las regiones para identificar proyectos de minería y transformación en el espacio de la UE. Se hará un especial hincapié en las cuencas mineras y otras regiones en transición, con especial atención a los conocimientos y las capacidades pertinentes en los ámbitos de la minería, la extracción y la transformación de materias primas.

La Comisión fomentará el uso de Copernicus, su Programa de observación y vigilancia de la Tierra, con objeto de mejorar la exploración de los recursos, las operaciones y la gestión ambiental posterior al cierre de explotaciones.

Al mismo tiempo, Horizonte Europa (el futuro Programa Marco de Investigación e Innovación de la Unión Europea para el periodo 2021-2027) apoyará la investigación y la innovación, especialmente en relación con las nuevas tecnologías de extracción y transformación, la sustitución y el reciclado. En consonancia con el Pacto Verde Europeo, se abordará la circularidad y sostenibilidad de la cadena de valor de las materias primas. Para ello, la Comisión elaborará criterios de financiación sostenibles para los sectores de la minería y las industrias extractivas para finales de 2021 a más tardar. También cartografiará el potencial de las materias primas fundamentales secundarias procedentes de las existencias y los residuos en la UE a fin de identificar proyectos de recuperación viables de aquí a 2022. La Comisión desarrollará asociaciones estratégicas internacionales para garantizar el suministro de materias primas fundamentales que no se encuentren en Europa. A partir de 2021 se lanzarán asociaciones piloto con Canadá, algunos países interesados en África y nuestros vecinos de la UE. En esos foros y en otros, la Comisión promoverá la transparencia y unas prácticas de minería sostenibles y responsables.

ERMA Y NUEVO LISTADO DE MATERIAS PRIMAS

Conviene destacar antes de seguir adelante un aspecto conceptual pero de evidente interés a la hora de determinar la voluntad y el alcance de la iniciativa de la Unión Europea. Nos referimos a la creación de la European Raw Matarials Alliance (ERMA), o, si se quiere por su traducción al español: Alianza Europea de Materias Primas. ERMA está integrada por más de 200 socios de más de 30 países de dentro y fuera de Europa. Su principal función es la de identificar las barreras, oportunidades y casos de inversión para crear capacidad en todas las etapas de la cadena de valor de las materias primas, desde la minería hasta la recuperación de residuos.

La nueva alianza ejecutará sus actividades a través de clústeres, que estarán definidos en torno a cadenas de valor específicas. El primer grupo se centrará en los metales y tierras raras que se utilizan para construir imanes para baterías y todo tipo de dispositivos eléctricos y electrónicos. El segundo grupo considerará materias primas y avanzadas para el almacenamiento y conversión de energía en aplicaciones estacionarias y no estacionarias.

Coincidiendo con el Plan de Acción, la Comisión ha dado a conocer el listado actualizado de materias primas fundamentales para 2020, y que Bruselas tiene en cuenta a la hora de negociar acuerdos comerciales o tratar de eliminar distorsiones al comercio. La nueva lista incluye 30 materiales respecto a los 27 de la lista de 2017. El helio ha sido eliminado, mientras que la bauxita, el litio, el titanio y el estroncio se incorporan por primera vez al listado.

EL PLAN EUROPEO EN EL TURBULENTO ESCENARIO DEL COVID-19

El Plan de acción sobre materias primas fundamentales se enmarca en el proyecto general de reconstrucción aprobado como consecuencia de la Covid-19 con el fin de paliar los efectos negativos de la crisis en la economía de la Unión. La pandemia ha puesto de manifiesto los riesgos asociados a la rápida interrupción de las cadenas de suministro internacionales. Para hacer frente a estas consecuencias, la Comisión Europea impulsará un plan de recuperación para minorar las importaciones y gozar de mayor autonomía. Esto se consigue aumentando la diversidad y seguridad del suministro, y desarrollando las capacidades propias en los países de la UE en extracción, tratamiento, reciclado y refinado. En definitiva, el objetivo (ya apuntado, pero de necesario recordatorio) es incardinar la transición hacia una economía verde y digital.

UN NUEVO MARCO JURÍDICO PARA COMBATIR LA DEFICIENTE REGULACIÓN

El Plan de la Unión Europea encuentra en los primeros pasos de su andadura dos obstáculos serios: Unas regulaciones nacionales obsoletas e/o inoperantes, y la resistencia de las organizaciones ecologistas.

En el caso de España, nuestro marco regulatorio sobre el aprovechamiento de minerales es marcadamente deficiente. El déficit regulatorio constituye una traba, en ocasiones insuperable, para la ejecución de proyectos. El marco jurídico español se caracteriza por una acumulación de normas excesiva y desordenada. Esta situación ocasiona la generación y aplicación de criterios dispares y tiempos de gestión indefinidos por parte de los diferentes órganos de las administraciones públicas.

Es ya proverbial la crítica del sector a la vigente Ley de Minas (superada por la realidad de los últimos movimientos en el sector minero). Esta desactualización se observa igualmente en el listado nacional de materias primas estratégicas, cuya última referencia data de 2002, y cuyo alcance limitado, a los solos efectos fiscales, limita cuando no impide el potencial del sector.

Si de lo que se trata es de garantizar el aprovechamiento sostenible de nuestros recursos naturales, nuestros legisladores tendrán que familiarizarse en primera instancia y acudir ineludiblemente en segundo término a los especialistas en resiliencia, garantía de abastecimiento, empleo en el despliegue de nuevas tecnologías, utilización en la fabricación de componentes de equipo para las energías renovables o la nueva movilidad sostenible.

Las organizaciones ecologistas españolas niegan la mayor a los planes de la Unión Europea y a la hoja de ruta que ha presentado el Gobierno español para la minería, del que hablaremos a continuación. Los ecologistas consideran que los yacimientos que se pretenden explotar son limitados y minúsculos en comparación con las reservas mundiales. Además, el tipo de explotación que se propone, dicen, apenas contribuirá a fomentar un 'boom' especulativo cortoplacista esquivando inmensos pasivos ambientales.

NUEVA HOJA DE RUTA PARA LA MINERÍA ESPAÑOLA

El Gobierno ha lanzado a consulta pública la denominada Hoja de Ruta para le gestión sostenible de Materias Primas Minerales. El objetivo, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, es configurar una política nacional que permita garantizar el suministro de los recursos minerales autóctonos de manera más sostenible y eficiente. La consulta pública, anunciada a finales del mes de octubre, pretende recabar la opinión de las personas y entidades interesadas sobre la identificación de prioridades y recursos necesarios.

El Ministerio precisa que la gestión de la minería deberá orientarse a la disminución en la medida de lo posible de la dependencia de las importaciones. La consulta previa para la elaboración de esta Hoja de Ruta incluye cuestiones sobre qué actuaciones pueden contribuir a mejorar la calidad del suministro de materias primas minerales en la transición hacia una economía climáticamente neutra o cómo puede contribuir el sector al impulso de la Estrategia Española de Economía Circular, al reto demográfico y a la transición justa, a través, por ejemplo, de la reutilización de recursos, la adecuada integración de los recursos minerales en la ordenación el territorio o el impulso a la industria y empleos verdes.

Asimismo, la hoja de ruta está alineada con las acciones previstas en el contexto europeo. Entre ellas, el Pacto Verde Europeo, la Nueva Estrategia Industrial o la Comunicación sobre materias primas fundamentales.

EXPLOTACIÓN, INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN: EL PNIEC Y LA ELP

El Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) recoge la necesidad de desarrollar nuevos instrumentos de apoyo a la investigación y la innovación en energía y clima, con la implementación de acciones concretas orientadas a actualizar la información sobre las reservas de materias primas en España y su futura demanda en función de las necesidades tecnológicas.

La propuesta de Estrategia a Largo Plazo (ELP), por su parte, establece la reutilización y reciclaje y el fomento de la economía circular como primera opción para alimentar los procesos productivos. Y una vez agotados, y siempre que sea económicamente viable, el aprovechamiento de los recursos minerales autóctonos bajo estándares medioambientales y de sostenibilidad europeos, asegurando la reducción de emisiones en el sector y disminuyendo en la medida de los posible la dependencia de las importaciones.

EL NÚMERO 99

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico invertirá 110 millones de euros en 99 proyectos para la recuperación de zonas afectadas por la minería y que se iniciarán en su mayoría en 2021. El anuncio se hizo el pasado 28 de diciembre. Esta medida se ejecutará a través del Instituto para la Transición Justa (ITJ), que asumirá el 75% del coste. Los proyectos se desarrollarán en Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha y Castilla y León. El 25 por ciento restante será aportado por estas comunidades. De este modo, la inversión total aumentará hasta los 129 millones.

Según el ministerio, las inversiones tienen como objetivo restaurar las zonas afectadas por la actividad minera, mejorar tanto la optimización energética como las infraestructuras municipales e impulsar la modernización de los polígonos industriales.

Asturias contará con una dotación de 69,8 millones para financiar 60 proyectos, cinco de los cuáles aún no han sido formalizados pero lo harán en las próximas semanas. En Castilla y León se pondrán en marcha diez proyectos, cuatro de ellos aún por aprobar, a los que hay que sumar la ya mencionada restauración de la mina leonesa Nueva Julia, para los que recibirán del Instituto ayudas directas por valor de 22,6 millones. Por su parte, Aragón llevará a cabo 24 proyectos con una inversión total de 12 millones, mientras que Castilla-la Mancha contará con 6,1 millones para sus cuatro proyectos seleccionados.

A VUELTAS CON LA ECONOMÍA CIRCULAR

La economía circular busca el mantenimiento del beneficio empresarial en el proceso de fabricación de bienes y servicios, pero reduciendo al máximo su impacto y estableciendo mecanismos de reaprovechamiento y eficiencia. Un informe de la organización Circle Economy, que cuenta con el apoyo de la ONU, sostiene que únicamente un 9% de la economía mundial actual es circular. El informe calcula que en la economía mundial entran anualmente 92.800 toneladas de minerales, combustibles fósiles, metales y biomasa. El mecanismo de reaprovechamiento y eficiencia sólo se aplica en un 9 por ciento de esta producción.

En 2015, la Comisión Europea adoptó un plan de acción para contribuir a acelerar la transición de Europa hacia una economía circular, impulsar la competitividad mundial, promover el crecimiento económico sostenible y generar nuevos puestos de trabajo. La CE determina cinco sectores prioritarios para acelerar la transición hacia la economía circular. Entre estos sectores se incluye la minería. Es interesante destacar que el plan de acción promueve una estrecha cooperación con los Estados miembros, las regiones y los municipios, las empresas, los organismos de investigación, los ciudadanos y otras partes interesadas en participan en la economía circular.

Una transición de ese tipo brinda la oportunidad de transformar la economía y generar nuevas ventajas competitivas y sostenibles para Europa. Según los autores del proyecto, la economía circular impulsará la competitividad al proteger a las empresas contra la escasez de recursos y la volatilidad de los precios. Asimismo, contribuirá a crear nuevas oportunidades empresariales, así como maneras innovadoras y más eficientes de producir y consumir. Respecto a las consecuencias para el empleo, la CE entiende que creará puestos de trabajo a escala local adecuados a todos los niveles de capacidades.

ESTRATEGIA ESPAÑOLA PARA LA ECONOMÍA CIRCULAR

En la línea del Plan de la Unión Europea de 2015, se han intensificado las acciones llevadas a cabo en el ámbito de la circularidad por parte de las administraciones públicas españolas. El Gobierno español ha presentado a finales de este año 2020 el proyecto España Circular con el objetivo de reducir un 30% el consumo de materiales en relación con el Producto Interior Bruto (PIB) y recortar un 15% la generación de residuos respecto a 2010. El objetivo será alcanzado a través de sucesivos planes de acción trienales por desarrollar, que permitirán incorporar los ajustes necesarios para culminar la transición en 2030. La estrategia se reforzará con el Anteproyecto de ley de Residuos y Suelos contaminados, un texto en el que se está trabajando y que se presentará para su aprobación en el Congreso en el primer trimestre de 2021.

El sector minero debe estar particularmente atento a las iniciativas del Gobierno de España al respecto en adelante. La declaración de principios del proyecto España Circular tiene apartados cuando menos sorprendentes.

Un ejemplo es el que entresacamos en su página 43: “En algunos casos, para promover la circularidad en la política industrial, se ha de regular el acceso al mercado de productos y servicios, permitiendo únicamente la comercialización de aquéllos que cumplen unos criterios mínimos de comportamiento ambiental y de salud pública”.

MODELO ORGANIZATIVO DE LA ESTRATEGIA ESPAÑOLA

El modelo propuesto por el Gobierno de España abarca tres niveles administrativos. La Administración General del Estado coordinará la actividad económica e impulsará la protección del medio ambiente a través de la normativa básica. Esta normativa se completará con la actividad legisladora adicional. El Gobierno de España respaldará las competencias de gestión de las comunidades autónomas y la consideración de las entidades locales como gestoras últimas de muchas de las actividades que inciden directamente en la economía circular. Asimismo, se plantea que la gobernanza que propone esta Estrategia se cierre con un Consejo de Economía Circular, como espacio de colaboración público-privada con todos los agentes económicos y sociales implicados en el cambio de modelo y en el que puedan participar también “las personas expertas del mundo académico que lleven a cabo un análisis crítico y formulen propuestas que orienten instrumentos y medidas al servicio de la economía circular”.

Coincidiendo con las fechas de presentación del proyecto del Gobierno, se organizó un ciclo de conferencias sobre la Economía Circular. Durante seis semanas, más de 1.000 personas se conectaron online para exponer sus puntos de vista al respecto. Es interesante destacar la intervención al cierre de las Jornadas del presidente de Repsol, Antonio Brufau, quien puso de manifiesto que la transición energética y la lucha contra el cambio climático son una prioridad y la economía circular forma parte de la solución. Brufau reconoció que la economía circular es un eje estratégico para Repsol, que prevé llegar a cero emisiones netas en 2050. Los agentes económicos, tales como las empresas y los consumidores, son fundamentales para impulsar este proceso. Las autoridades nacionales, regionales y locales están llevando a cabo la transición, pero la UE también tiene un papel fundamental que desempeñar en su apoyo.

Las empresas mineras en particular deben tener en cuenta algunas de las conclusiones de estas Jornadas (manifiestamente esclarecedores y con posiciones constructivas, e incluso optimistas) como es la voluntad expresada por los intervinientes de garantizar que se disponga del marco normativo adecuado para el desarrollo de la economía circular en el mercado único. Esta reflexión en torno a la acción a escala de la Unión Europea es fundamental dado que, en ese marco, según los intervinientes, se están dando ya pasos para impulsar las inversiones, establecer la igualdad de condiciones de la competencia, profundizar en el mercado único y, atención, para eliminar los obstáculos derivados de la legislación europea o de su inadecuada aplicación.

MINERÍA CIRCULAR

La minería puede ser un ganador en la economía circular. Hay, eso sí, una condición previa: las compañías mineras deben aprovechar la iniciativa de innovación de las industrias que demandan los metales. Si así fuera, se puede afirmar que el impacto de la economía circular en la industria minera es directo. Ejemplo, el oro. A los precios de hoy, el oro en un teléfono móvil vale aproximadamente 1 dólar. Eso significa que 41 teléfonos móviles pueden producir tanto oro como una tonelada de mineral de oro. Aisladamente, este dato suena prometedor. Pero si tenemos en cuenta que la producción de oro en el año 2019 fue de 3.460 toneladas métricas, algo no factible teniendo en cuenta que hay unos 5.500 millones de teléfonos móviles en circulación.

La realidad es seguramente más compleja y más desafiante. El mercado mundial de reciclaje de metales crece y madura. La chatarra ferrosa es el material más reciclado en todo el mundo. Según la Oficina de Reciclaje Internacional, el 40% de la producción de acero está hecha a base de chatarra. Se estima que el tamaño del mercado de reciclaje de metales crecerá de 277 mil millones de dólares en 2015 a 406 mil millones cuando acabe este 2020. Se trata de un crecimiento anual compuesto estimado que ronda el 8% y la imagen es similar para el aluminio y el cobre. Para los metales preciosos, las tasas son aún más altas.

Sin embargo, las compañías mineras han focalizado su atención con criterios tradicionales, es decir, hacia la producción de materia prima y muy poco mentalizadas en monetizar el flujo de metales reciclados. La realidad indica, por el contrario, que a medida que aumente la circularidad, la demanda de productos básicos disminuirá, especialmente a medida que se reduzcan las pérdidas de residuos y materiales. Nuevas iniciativas de reciclaje como, por ejemplo, los esquemas para compartir automóviles y la iluminación como servicio de valor agregado, demuestran el liderazgo en la economía circular.

INNOVACIÓN CIRCULAR EN LA MINERÍA: OPORTUNIDAD Y RIESGO

La industria minera se ha centrado en la eficiencia operativa y ha dejado de lado la innovación. Puede decirse lo mismo desde una perspectiva práctica: la industria minera no ha dado aún respuesta como debiera a la pregunta de cómo generar valor a partir de la cambiante demanda del mercado. La primera conclusión a esta realidad es que, hasta ahora, no se han visto muchos ejemplos de innovación circular en los sectores de minería y metales.

Los nuevos modelos de negocio circulares están produciendo cambios importantes en los vínculos históricos entre la propiedad y el crecimiento de las ventas. Los modelos históricos se tambalean cuando ponemos la vista en algunos sectores económicos, el automotriz por ejemplo, donde compartir viajes significa que en el año 2035 puede haber un 25% menos de vehículos de pasajeros en circulación. En la construcción naval, algunas empresas reutilizan el 95% de sus materiales y piezas gracias al seguimiento del recurso con un ‘pasaporte’. Si toda esta innovación continúa así, las compañías mineras y de metales corren el riesgo de perder ingresos y participación en el mercado.

A nivel macroeconómico, muchas economías se están moviendo hacia un modelo postindustrial. Esto significa moverse desde infraestructura y manufactura hacia servicios y atendiendo el gasto del consumidor. Si bien la demanda se desacelera en algunos sectores, la transición a una economía baja en carbono está creando una mayor demanda de metales, tanto básicos como preciosos. Es el caso del níquel, la plata, el plomo y el zinc (incluidos cobalto, litio y elementos de tierras raras). Siendo así, las compañías de metales y minería necesitan determinar dónde posicionarse mejor en un mercado cambiante porque, de conseguirlo, sacarían provecho a la economía circular y también a las tendencias de tecnología limpia.

ACCIÓN VISIONARIA DE LA MINERÍA

Algunas compañías de minería y metales se están anticipando de manera visionaria hacia la economía circular. La empresa One North American Company pretende para este año 2020 aumentar el contenido reciclado de sus productos al 80% cuando hace 3 años era del 33%. La principal baza que jugó esta empresa fue su asociación con OEM, fabricante de piezas automotrices originales para recuperar y reciclar su chatarra de aluminio, reduciendo el costo tanto del aluminio como de sus desechos.

En Europa se ha dado el caso de la extensión de los ciclos de vida del producto alquilando tablestacas para proyectos de corto plazo, la que se asocia para desarrollar y escalar tecnología para la captura y utilización de carbono. Y en Sudamérica se ha avanzado en fijar el precio del cobre en función de la huella de carbono y el impacto social de la producción; descontaminar el material respondiendo a las demandas de los clientes y la sociedad de productos de menor impacto.

En estos dos últimos años se han observado las alianzas entre compañías y los usuarios finales de sus productos o, lo que es lo mismo, las compañías mineras se están moviendo al ritmo de la demanda de los consumidores. Según varias investigaciones, el 83% de los consumidores que las empresas diseñen productos destinados a ser reutilizados o reciclados. De hecho, casi las tres cuartas partes (72%) de los encuestados dijeron que actualmente estaban comprando más productos ecológicos que hace cinco años, mientras que el 81% manifestó que esperaban comprar más en los próximos cinco años.

INNOVAR EL MODELO DE NEGOCIO

Evitar riesgos en el sector de la minería significa a día de hoy evaluar su entorno para conocer con precisión dónde y cuáles son los riesgos de disminución de la demanda, determinar qué materiales se pueden recuperar de manera más efectiva, e identificar los nuevos modelos de negocios circulares para eliminar amenazas y aprovechar oportunidades. Completada esta fase, las compañías mineras necesitan innovar sus modelos de negocio para acelerar su transición a la economía circular.

Distintos especialistas aconsejan acelerar el ritmo de las iniciativas en las operaciones de minería y metales, incluida la asociación con proveedores para extender la vida útil de los equipos de capital como camiones, transportadores y maquinaria. Así mismo se debe promover el reciclaje al final de la vida útil de materiales como los neumáticos de equipos pesados con bajas tasas de utilización.

Innovar significa también pensar en nuevos productos y servicios circulares. La compañía cafetera Nespresso utiliza nuevas cápsulas con el primer aluminio responsable certificado del mundo, producido por Rio Tinto. Mejorar los procesos para la recuperación y la reutilización de la chatarra, puede reducir los costos de producción y materiales al tiempo que crea nuevas fuentes potenciales de ingresos.

Como se ha apuntado anteriormente, la colaboración con los clientes abre la puerta hacia un ecosistema circular de socios. Se trata de un nuevo método de alianzas en la cadena de suministro cuyo último eslabón es diseñar formas de extender la vida útil del producto y retener la propiedad.

APLICACIÓN DE LA ECONOMÍA CIRCULAR A LA MINERÍA

Es necesario involucrar a todos los actores en función de sus cargos, responsabilidades y funciones. De este modo se agregará valor al proceso productivo en base a las ideas aportadas. Sería esta una primera fase que podríamos denominar de sensibilización. A partir de aquí es necesario un diagnóstico del estado actual de la circularidad en cada territorio de modo que los enfoques propuestos sean certeros de acuerdo con las actividades propuestas en las normativas nacionales.

Identificadas y priorizadas las estrategias de circularidad, es necesario precisar los recursos que se requieren para cubrir las actividades a desarrollar. Por último, se requiere establecer un equipo de trabajo que dependerá de las acciones a tomar dentro de los planes previstos por cada compañía y de acuerdos con sus respectivos organigramas. Existen metodologías conocidas para llevar a cabo cada uno de los pasos descritos. Paralelamente es aconsejable aplicar pautas “ecoinnovadoras” consistentes en generar modelos de negocio a partir de puntos críticos ambientales. Se trataría en definitiva de los residuos generados en el proceso productivo que pueden ser aprovechados en otro sector tras una valoración técnica y económica. Para la gestión de químicos sostenibles se apunta hacia la metodología del Chemical Leasing, enfocada en la gestión de químicos sostenibles.

Resulta interesante por la importancia en la etapa de procesamiento de minerales donde se usa reactivos estratégicos. Estos reactivos se podrían gestionar de mejor manera para minimizar su impacto en cada una de las etapas y especialmente al final del proceso en lo que a residuos se refiere.

La transformación de la minería de una economía lineal hacia una economía circular será posible en la medida que se logren afrontar los desafíos de una mejor gestión de los residuos y se vislumbren oportunidades de negocio. Para ello es necesario eliminar alguna de las barreras que han impedido valorizar los materiales de descarte identificados a lo largo de su proceso.

LA GRAN EXPLOSIÓN 5G

La penetración paulatina del uso de redes 5G hará posible que haya un antes y un después en 2021. China y Corea del Sur esperan que el número de usuarios de estas redes alcance el 20% del total de consumidores de estas redes móviles en la primera mitad de 2021 (la marca del 20% fue el punto en el que las redes 4G comenzaron a popularizarse de forma masiva).

Según el presidente de la unidad dedicada a operadoras telefónicas del gigante tecnológico chino Huawei, Ryan Ding, se están superando las expectativas del 5G fijadas por las empresas del sector en el gigante asiático y calificó los próximos diez años de "década dorada" para estas redes.

Lo más interesante dicho en el foro de telecomunicaciones celebrado en Shanghai a finales de este pasado mes de noviembre fue lo relativo al 5G industrial. El vicepresidente de Huawei, Ken Hu, enumeró tres aplicaciones industriales de este tipo de redes: la telemedicina, el trabajo portuario y, precisamente, la minería.

Los mineros de Luanchuan, en la provincia de Henan están utilizando vehículos y maquinaria habilitados para 5G a control remoto para llevar a cabo trabajos industriales pesados desde casa. En medio de los efectos devastadores de la epidemia del covid-19, la compañía china Molybdenum anunció que en su mina Sandadozhuang equipos de trabajadores realizan tareas de forma remota con total precisión. El resultado es que los vehículos in situ aparecen como máquinas fantasma capaces de funcionar por sí mismos.

La Compañía Siberiana de Energía y Carbón (SUEK), en Jakasia, Rusia, ha desarrollado una zona piloto donde se ha ensayado la capacidad del 5G en el conjunto robotizado de transporte no tripulado y remoto de mercancías.

Precisamente Huawei Huawei selló un acuerdo en junio de 2020 con Sul Americana de Metais (SAM) para desarrollar un sistema de red automatizada 5G de operación de vehículos en Brasil. Camiones y máquinas de perforación autónomas y algunos otros equipos son controlados de forma remota.

DESPLIEGUE 5G EN ESPAÑA

Las cuatro grandes operadoras españolas ya han lanzado los servicios de 5G. La primera fue Vodafone, en la primavera de 2019. Pero el despliegue masivo no llegará hasta que se cierre la subasta de frecuencias de 700 MHz, claves para esta tecnología. Este hecho se espera que ocurra durante el primer trimestre de 2021.

Según los cálculos de Telefónica España, el despliegue de la nueva tecnología móvil 5G obligará a las operadoras a invertir más de 6.000 millones de euros. Por cada euro destinado por los operadores a las redes de 5G, el conjunto del ecosistema invertirá otros tres euros. Estas cantidades se refieren a las inversiones sólo en infraestructuras. Estas estimaciones superan ligeramente las lanzadas previamente por Vodafone España, que requerirían de una inversión de 5.000 millones de euros para alcanzar una cobertura similar a la actual con 4G.

El pasado 14 de noviembre, el secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras, Roberto Sánchez, presentó la estructura, ejes, medidas principales y presupuesto del Plan para la Conectividad de personas, empresas y territorios, y la Estrategia para el impulso de la tecnología 5G ante la Comisión Permanente de Telecomunicaciones y Audiovisual.

El secretario de Estado recordó que la conectividad y el 5G son proyectos incluidos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que destina el 33% de los fondos previstos en el periodo 2021-2023 a digitalización. El Plan para la Conectividad de personas, empresas y territorios, que tiene un horizonte temporal hasta el 2025, tendrá un presupuesto de 583 millones de euros en 2021. La última actualización de Telefónica España en la última semana de noviembre es que ya tiene cubiertos con tecnología 5G unos 640 de los 921 municipios a los que se comprometió en septiembre.

Esta estrategia se enmarca en los objetivos del Pacto Digital de Telefónica que, según los planes previstos, cubrirá con fibra óptica en 2025 el 100% de nuestro país convirtiendo a la operadora en líder en la implantación de la tecnología 5G.

EL IOT EN LA MINERÍA: EL RETO DE LA CIBERSEGURIDAD

El 5G no será solo una herramienta para transmitir más datos en menos tiempo, sino que abre un abanico de posibilidades al internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), donde será necesario soportar la interacción de millones de dispositivos... y hacerlo con seguridad. Una nueva investigación de Inmarsat, empresa de comunicaciones móviles globales por satélite, ha encontrado que la mayoría de las organizaciones mineras están luchando para enfrentar los desafíos de seguridad que presenta el IoT mientras buscan formas de aprovechar la tecnología.

A pesar del crecimiento significativo en la adopción de IoT en todo el sector en los últimos años, la continua falta de atención a la ciberseguridad significa que existe un mayor riesgo de que los proyectos fracasen antes de que se puedan obtener los beneficios. Si las empresas mineras realmente van a administrar y llevar a cabo iniciativas de IoT de una manera segura, deberán elevar la ciberseguridad en la agenda de la empresa, al tiempo que abordan la escasez de habilidades en diferentes posiciones de liderazgo y de partes interesadas importantes. Así queda reflejado en la edición 2020 de “The Rise of IoT in Mining”, el programa de investigación de Inmarsat sobre tendencias de IoT.

La investigación encontró que, como era de esperar, los encuestados eran muy conscientes del daño que podría desencadenar un ciberataque y la variedad de amenazas que enfrentan ahora a medida que aumenta la adopción de IoT. En particular, el almacenamiento inseguro de los datos recopilados (56%), los empleados que hacen mal uso de los datos (54%), los enlaces inseguros de la red a la infraestructura externa (49%) y el ransomware y el malware (45%) fueron los mayores riesgos de seguridad en la clasificación.

A pesar de conocer estos desafíos, la respuesta de la industria hasta ahora ha sido mínima. De hecho, el 53% de las organizaciones mineras informaron que la ciberseguridad no ha sido una prioridad para sus soluciones de IoT y podría mejorarse enormemente. Aunque algunos están tomando medidas para proteger sus soluciones de IoT asociándose con especialistas en ciberseguridad (50%) e implementando la supervisión de las redes 24/7/365 (41%), era preocupante ver que el 11% de las empresas mineras no habían tomado ninguna medida para fortalecer la forma en que manejan la seguridad de IoT. La investigación también reveló una clara necesidad de abordar una brecha cada vez mayor en las habilidades relacionadas con la seguridad en todo el sector.

Más de la mitad (64%) de los encuestados informaron que carecen del nivel de habilidades en seguridad que se requieren cuando se trata de entregar con éxito soluciones basadas en IoT. La investigación mostró claramente que las empresas mineras no están capacitando a su personal para administrar y llevar a cabo de manera segura sus iniciativas de IoT. Si hay una escasez de habilidades en los puestos clave de las partes interesadas, es casi seguro que no tendrán conciencia de la importancia de la ciberseguridad. Esto explica de alguna manera la falta de acción cuando se trata de mejorar la seguridad de IoT. Para aquellas organizaciones que tratan de convertirse en pioneras en la transformación digital, capacitando a sus empleados actuales y colocando al talento adecuado en todos los niveles de jerarquía y posiciones de las partes interesadas, simplemente la seguridad de IoT tiene que ser una prioridad en la agenda.

 

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